Productores tabacaleros del norte argentino alertaron que la situación económica que atraviesan es extremadamente crítica a causa del desfinanciamiento del Fondo Especial del Tabaco (FET). Advirtieron que, de no solucionarse en el corto plazo, está en riesgo mantener la mano de obra y pagar los sueldos de los trabajadores en los tiempos que corresponden.
En detalle, el fondo en cuestión se creó como un complemento de precio para otorgarle a los productores una participación a través de un impuesto que se cobra en la venta de cada paquete de cigarrillos, elaborado a partir de la materia prima de los productores. El aporte de la industria tabacalera es del 7% del precio de venta al público de cada paquete.
Según dijeron, este año la estimación de pérdida de recaudación del FET es de alrededor de US$900 millones, que representan aproximadamente unos $220 por cada kilogramo de tabaco producido en la campaña pasada. Esto afecta a más de 25.000 productores que se encuentran en las provincias de Salta, Jujuy, Corrientes, Misiones, Tucumán, Chaco y Catamarca.
En este contexto, dijeron que las pequeñas y medianas empresas nacionales que concentran hoy el 48% del mercado no están cumpliendo con los impuestos establecidos en la ley y este es el principal factor de desequilibrio en la economía regional.
Roque López Fleming, gerente de la Cámara de Tabaco de Salta, explicó que “históricamente los productores dependían de las multinacionales que concentraban gran parte del mercado, pero en la actualidad las cosas cambiaron”.
“Tiempo atrás, las mal llamadas pymes tenían una participación en el mercado de un 3% pero ahora poseen el 48%. En julio pasado, por ejemplo, Massalin Particulares y BAT aportaron $51 promedio por paquete de cigarrillos. En tanto, el aporte del resto de las pymes, como Sarandí, Bronway y Espert, fue de $14. Esta falta de financiamiento por parte de estas industrias pone en riesgo el empleo de más de 13.000 trabajadores solo en la provincia de Salta”, dijo a LA NACION.
Según contó, estas compañías no acatan un fallo de la Corte Suprema de Justicia de mayo de 2021, “que obliga a las tabacaleras a pagar un impuesto que no pagan desde 2016, en detrimento de los productores”.
Hace más de dos años, el Tribunal Superior había revocado una medida cautelar que provisoriamente liberaba a la Tabacalera Sarandí de aportar al pago de ese impuesto interno. En esa oportunidad, los magistrados dijeron que el argumento de la pyme de no pagar por estar en inferioridad de condiciones con las multinacionales no era válido, por lo tanto debía aportar el mismo porcentaje.
“Estas empresas aun hoy hacen caso omiso al fallo de la Corte y consiguen que la Justicia local dé lugar a medidas cautelares para no pagar lo que corresponde y aportar menos. Es inexplicable. Hay incumplimiento fiscal de estas industrias que crecen por una competencia desleal con las otras que si lo hacen. Esto no es nuevo, hace tiempo que venimos alertándolo pero ahora se agravó aun más por la situación macroeconómica e inflacionaria que atraviesa el país. El aumento de la recaudación del FET fue de un 55% más con respecto al año anterior pero la inflación fue de más 100%”, remarcó.
En este escenario, la semana pasada López Fleming se reunió con la Comisión Asesora Regional 10, de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), para tratar los salarios de los transitorios de este año. Allí les manifestó el panorama difícil en el que está inmersa la actividad. También habló con la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) para pedirle que los acompañen en sus reclamos.
“Con los trabajadores tenemos una relación estratégica: sin trabajadores no hay tabaco y sin actividad tabacalera no hay empleados. Acudimos a José Voytenco (secretario general de la Uatre) para que nos ayude a gestionar y solucionar esta problemática acuciante. Hablamos con la Secretaría de Agricultura y con gente de la AFIP y nos dicen que están trabajando en el tema pero todavía no hay respuestas”, indicó. En la cartera agrícola dijeron que la cuestión está judicializada como un tema de evasión por parte de las pymes y que ellos no pueden intervenir al respecto.
Los tabacaleros correntinos también viven un momento desesperante. Coincidieron que la plata que recauda el FET es menor por las empresas que no pagan lo que se debe. Roberto Segovia, expresidente de la cámara de productores de esa provincia, contó que a pesar del buen precio del acopio, de los 1100 pequeños productores que hay en la zona, son pocos los que van a renovar su carnet de tabacalero, como consecuencia de las pocas expectativas que tienen para iniciar la producción. “Estamos en septiembre y los lotes ya deberían estar preparados pero aun nada de eso está pasando”, aseguró.