En las provincias del norte argentino, el cultivo del tabaco se ha consolidado como una pieza clave para la economía regional. Este cultivo es altamente rentable en pequeñas explotaciones en zonas donde otros cultivos no prosperan. Sin embargo, en un mundo que busca cada vez más la sostenibilidad, la agricultura debe adaptarse y evolucionar.
En este contexto, un equipo de investigación del INTA está marcando la pauta al impulsar el uso de bioinsumos en el cultivo de tabaco criollo.
Un Nuevo Horizonte para el Tabaco Criollo
El cultivo de tabaco en Argentina tiene una larga historia. Este cultivo ha sido, históricamente, una fuente vital de ingresos para muchas familias en el norte argentino y las plantaciones se concentran en las provincias de Misiones, Salta, Jujuy, Chaco, Catamarca, Corrientes y Tucumán.
Mariana Puente, investigadora del Laboratorio de Bacterias Promotoras del Crecimiento Vegetal (LBPCV) del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) del INTA, lidera un proyecto innovador que podría cambiar la forma en que se cultiva el tabaco. Según Puente, “para fortalecer las economías regionales es fundamental incrementar las producciones bajo un modelo de menor impacto ambiental, ya que de esta manera se diversifica la matriz productiva nacional”.