viernes, 21 marzo 2025
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Valle de Lerma: Faltan obreros para la temporada del tabaco

Los finqueros se quejan porque "nadie quiere perder los planes sociales", y por lo tanto nadie quiere trabajar en las fincas.

Los altos costos de los insumos y la falta de mano de obra complica la producción del tabaco en esta temporada. Lo que llama la atención a los productores de la zona es que la gente no quiere trabajar en los campos porque aducen vivir tranquilos con el cobro de los planes sociales. Muchos de estos productores decidieron plantar menos hectáreas de tabaco debido a la escasez de trabajadores que pueden llevar adelante desde la siembra hasta la cosecha.

En Cerrillos, La Merced, Chicoana y particularmente en Rosario de Lerma se observa que los subsidios pusieron al límite la principal producción generadora de fuentes de trabajo en la región. Se suma otro ingrediente, también originado por los beneficios sociales, que llegan a gran parte de la población de esta parte de la provincia. «No encontramos gente para trabajar, y los que vienen quieren que los contratemos en negro, porque ya tienen el beneficio y tienen temor que al ser registrados pierdan el plan», explicó Isabel, de la zona de Carabajal, Rosario de Lerma.

Desde mayo a agosto se plantan los almácigos, que deben ser muy bien cuidados con telas térmicas para evitar ser dañados por las heladas. Luego viene el riego permanente para preparar la cosecha, que se realiza entre diciembre y febrero. «Tuvimos toda la familia que salir a trabajar al campo, a ocupar los lugares que antes los zafreros se peleaban por conseguir. Lo que me molesta es que trabajamos con mucho esfuerzo y cuando volvemos a casa vemos a muchos de lo que eran nuestros peones en la calle tomando cerveza, o en la vereda de sus casas con sus amigos», dijo a El Tribuno a su turno, Eduardo, de La Merced.

«Se paga entre 3.450 el jornal al que quiera trabajar, pero algunos vienen y nos dicen que por ser beneficiarios de planes quieren trabajar en negro. Nosotros no podemos hacer esto, estamos muy controlados por las inspecciones de los organismos del Estado», argumentó la mujer de Carabajal, que envió las fotos para demostrar la poca gente que hay en el campo.

 

Replicado de El Tribuno

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