En conjunto, la Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones (APTM) y la Cámara de Tabaco de Salta (CTS) presentaron un recurso administrativo ante el Ministerio de Salud de la Nación con el objetivo de revertir la Resolución 565/2023 que prohibió los productos de tabaco calentado, en marzo de este año.
El documento que han presentado sienta postura acerca de que la resolución emitida por la cartera a cargo de Carla Vizzoti es ilegítima, ya que actúa como si fuera que la Ley nacional 26.687 -que regula la publicidad, promoción y consumo de los productos elaborados con tabaco- no existiera.
Además, ambas entidades consideran que prohíbe en forma arbitraria la importación, distribución y comercialización de productos que ya están regulados, afectando de esta manera garantías constitucionales fundamentales y la actividad productiva de las comunidades tabacaleras.
La decisión del Ministerio de Salud precipitó la cancelación de una inversión de 300 millones de dólares de Massalin Particulares, que buscaba reconvertir su fábrica para producir alternativas de tabaco calentado, lo que hubiera generado exportaciones por más de 100 millones de dólares y más de 200 puestos de trabajo.
El cultivo de tabaco genera trabajo legal y registrado, y alcanza en su proceso productivo a cerca de 1.000.000 de personas en Argentina.
Argumentos
En el escrito presentado por las organizaciones tabacaleras se resalta que los productos de tabaco calentado, prohibidos por el Ministerio de Salud de la Nación, se han desarrollado y comercializado hace varios años y cuentan con autorizaciones gubernamentales en todo el mundo.
Así, y en contra de lo expresado en los considerandos de la Resolución 565/2023, han sido autorizados por la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos -organismo equivalente a la ANMAT-, y específicamente el “Tobacco Products Scientific Advisory Committee (TPSAC)” de la FDA, afirmó en su aprobación que los cigarrillos comprimido que utilizan los PTC contienen menos sustancias químicas nocivas que un cigarrillo tradicional.
De hecho, la diferencia principal con los cigarrillos tradicionales es que en estos el tabaco entra en combustión mientras que en los productos de tabaco calentado este proceso no sucede; de este modo se convierten en una mejor alternativa, ya que es a través de la combustión que se libera la mayor cantidad de sustancias tóxicas.
Ricardo Saraceni, Asesor Institucional de la APTM, determinó que “este tipo de medidas son una traba a las ventas futuras del tabaco Burley misionero que es utilizado alrededor del mundo para la nueva categoría de productos que calientan el tabaco en lugar de quemarlo”.
Y añadió: “Tenemos la materia prima de calidad y estamos desperdiciando la oportunidad. El Estado debería concentrar sus recursos y esfuerzos en las políticas probadas a nivel mundial, relacionadas bien con educar, informar, investigar, buscar evidencias y en función de ello, diseñar políticas que respeten las libertades individuales”.
Por su parte, Enrique Cornejo, Titular de la Cámara de Tabaco del Salta, opinó contundente que “este tipo de decisiones tomadas de manera inconsulta y aislada afecta el ingreso de más de 23.000 agricultores tabacaleros a lo largo de siete provincias del NEA y NOA”.
Respecto a cómo afecta en la economía, agregó: “No solo es perjudicial para los productores sino para el Estado Nacional, considerando que más del 85% del tabaco producido es destinado a la exportación. Asimismo, esta medida frenó importantes inversiones privadas que iban a aportar más de 100 millones de dólares extras en exportaciones”, informó Cornejo.