Massalin Particulares —afiliada de Philip Morris International (PMI)— anunció su intención de implementar en Argentina un modelo productivo basado en alternativas al cigarrillo convencional, favoreciendo productos “libres de humo”. La empresa sostiene que su objetivo es ofrecer estas opciones científicamente desarrolladas y reguladas para adultos que desean seguir consumiendo nicotina sin combustión.
La inversión prevista superaría los 1 000 millones de dólares en un plazo de dos a cinco años. El plan contempla transformar la fábrica de Merlo y la planta de tabaco en Salta para fabricar localmente dispositivos como los IQOS, que funcionan calentando el tabaco en lugar de quemarlo.
El proyecto se inspira en el éxito que PMI tuvo en Italia, donde logró establecer unidades de producción especializadas en “heat-not-burn” tras destinar más de 14 000 millones de dólares a nivel global.
Contexto regulatorio y obstáculos
Argentina mantiene desde 2023 una prohibición total en importación, comercialización y publicidad de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado, decisión respaldada por la ANMAT y el Ministerio de Salud, por considerarlos aún sin evidencia suficiente sobre su eficacia para reducir daños.
Massalin sostiene que esta normativa provoca un bloqueo político y económico, impidiendo el ingreso de tecnología que, aseguran, ya está regulada en otros países y recomendada por la firma como una opción “menos perjudicial” que el cigarrillo tradicional.
Voces oficiales
Marco Hannapel, designado por PMI como líder del plan en América Latina y Canadá, quien visitó Buenos Aires recientemente, afirmó:
“Argentina tiene la capacidad industrial, agropecuaria y humana para convertirse en la ‘nueva Italia’”,
y sostuvo que “no hay evidencia científica que justifique la prohibición” de estos productos. También señaló los beneficios fiscales y de empleo que implicaría una inversión de esta magnitud.
Además, dijo que, si no se cambia el marco regulatorio, PMI podría activar un “plan B” desde México, y calificó la restricción local como una oportunidad perdida para atraer inversión extranjera y reducir el contrabando.
¿Qué se viene?
Massalin planea solicitar una audiencia con el presidente Javier Milei o autoridades sanitarias para exponer los fundamentos científicos, regulatorios y económicos del plan. El propósito es articular regulaciones claras que permitan el desarrollo controlado de productos alternativos, bajo supervisión estatal.
El desafío es definir cómo integrar un nuevo modelo de consumo “libre de humo” en el mercado argentino, equilibrando la salud pública con la inversión y reconversión industrial que propone el grupo.