Este año, el programa Brazos Abiertos, de la empresa Alliance One, tuvo que enfrentar una situación muy compleja debido al aumento de la demanda de atención y al presupuesto limitado. A pesar de esto, los resultados continúan siendo positivos, ya que no sólo brinda educación y cuidado a niños y niñas de zonas rurales, sino que también es un espacio donde los padres pueden dejar a sus hijos protegidos mientras ellos trabajan.
“Este año fue muy particular, tuvimos muchísimos chicos y lamentablemente, tuvimos que decirles a muchos que no podían integrarse por una cuestión de presupuesto y cupos”, explicó Adriana Sacheri, coordinadora del programa. “Pero el balance siempre es positivo porque es un lugar donde los chicos y las chicas están cuidados, protegidos, aprenden un montón de cosas y es fundamental para la familia”, añadió.
El éxito del programa se puede medir a través de los resultados a largo plazo. “En estos 10 años, nos acompañan chicos que empezaron con nosotros a los 5 o 6 años, y hoy son adultos. Este año, contratamos a dos jóvenes que participaron como si fueran uno más, hijo de peón rural, siguieron estudiando y hoy trabajan como profesionales. Esto es un orgullo para nosotros porque muestra que hay otras posibilidades, otras formas de vivir y de estudiar”, expresó Sacheri.
El programa Brazos Abiertos también trabaja en conjunto con escuelas primarias y secundarias de las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán y Misiones. “El objetivo siempre es que los chicos y las chicas completen su escolaridad, que no la abandonen. Todas nuestras acciones están orientadas a eso, a colaborar con la institución educativa para fortalecer la gestión educativa de los chicos”, concluyó Sacheri.
La labor de responsabilidad social empresarial de Alliance One es un ejemplo de compromiso y solidaridad con las comunidades donde se desempeña la empresa. En este cierre de año, Brazos Abiertos celebra su éxito y continúa trabajando para brindar un futuro mejor a los niños y niñas de zonas rurales.