En busca de nuevas alternativas para mejorar el cultivo de tabaco, COPROTAB se encuentra explorando herramientas biológicas que puedan complementar el paquete tecnológico utilizado hasta ahora. Esta posibilidad ha surgido gracias a la oferta de productos biológicos por parte de varias empresas, y se espera que su uso ayude a aumentar la efectividad del cultivo y prevenir la resistencia de plagas a los productos químicos de síntesis.
“Siempre hemos buscado sumar herramientas y alternativas para mejorar nuestro cultivo, y ahora tenemos la posibilidad de explorar este tipo de productos biológicos”, mencionó Martín Eckhardt, del programa tabaco sustentable COPROTAB, en una entrevista con Tabaco Argentino. “Lo que más nos interesa es que sean efectivos y que no representen riesgos para el producto, como problemas de residuos”.
El uso de productos biológicos en el cultivo de tabaco ha generado interés entre agricultores, tanto en cultivos intensivos bajo cubierta como en cultivos extensivos. “Inicialmente, se pensó que este tipo de herramientas serían más utilizadas en cultivos intensivos bajo cubierta, pero estamos viendo que también es aplicable en cultivos extensivos”, mencionó Eckhardt. “Estamos aprendiendo de las experiencias de colegas en Brasil, donde los cultivos extensivos están creciendo rápidamente gracias al uso de productos biológicos”.
Si bien actualmente no se está considerando el tabaco orgánico, la idea es complementar el paquete tecnológico existente con productos biológicos para mejorar la eficacia del cultivo y evitar la resistencia de plagas. “Estamos buscando sinergias entre los productos de síntesis química y los productos biológicos para obtener mejores resultados”, explicó Eckhardt. “Creemos que esta complementación es lo más enriquecedor para el sector”.
Los agricultores argentinos continúan aprendiendo y explorando el uso de productos biológicos en el cultivo de tabaco, con el objetivo de mejorar la sustentabilidad y eficacia de la actividad. La experiencia y conocimientos de colegas en Brasil, combinados con las experiencias locales, están siendo clave para entender cómo funcionan estas herramientas y cómo pueden integrarse en la producción tabacalera en Argentina.
