La Agencia Nacional de Medicamentos (ANMAT) ha decidido prohibir los vapers (cigarrillos electrónicos), señalando que en la Argentina estos productos circulan sin control, carecen de registro sanitario y no pagan impuestos, generando un impacto negativo en la industria tabacalera local.

Según la ANMAT, los vapers ingresan al país por canales informales y se venden sin garantías de seguridad ni eficacia. Hasta el momento no han sido sometidos a evaluación por parte de la autoridad sanitaria, lo que los deja al margen de regulaciones que aseguren calidad y trazabilidad.

Además, al no estar alcanzados por gravámenes impositivos, los vapers obtienen una ventaja competitiva frente a los productos del tabaco tradicionales. La agencia argumenta que esta ventaja desequilibra el mercado, vulnera la recaudación fiscal y perjudica a los productores locales que sí cumplen con las normas vigentes.

ANMAT recordó que ya había prohibido la importación, distribución, comercialización y publicidad de cigarrillos electrónicos mediante la Disposición 3226/11 en 2011, norma que fue ratificada en 2016 tras confirmarse que no existen pruebas confiables sobre su inocuidad ni utilidad para dejar de fumar.

La medida refuerza el marco regulatorio vigente en Argentina, alineado con organizaciones sanitarias internacionales como la OMS, que advierten sobre riesgos propios del vapeo como intoxicaciones, adicción a la nicotina y efectos pulmonares desconocidos a largo plazo.